Desde el momento que Dios creó al hombre a su imagen y conforme a su semejanza, lo formó para ser el señor de la tierra y administrador-líder de toda su creación. Sin embargo, con el ingreso del pecado el ser humano ha ido perdiendo ese privilegio dado por Dios, degradándose
Y aunque el ser humano ha ido olvidando el propósito de su exitencia, Dios ha colocado en su Palabra los principios bajo los cuales cada ser humano puede volver a ubicarse en su lugar y restaurar la imagen de Dios que por causa del pecado ha sido borrado, volviendo a ser el administrador-líder de toda la creación de Dios.
Que la experiencia que hemos de pasar en el curso de Fundamentos de Liderazgo, nos ayude a ser aquellos administradores-líderes de acuerdo a los principios dados por el Señor en la Biblia y recordar siempre:
La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo mas íntimo de sus vidas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos (La Educación 57).
Bienvenidos a la experiencia de ser un líder de la mano de Cristo Jesús.
Y aunque el ser humano ha ido olvidando el propósito de su exitencia, Dios ha colocado en su Palabra los principios bajo los cuales cada ser humano puede volver a ubicarse en su lugar y restaurar la imagen de Dios que por causa del pecado ha sido borrado, volviendo a ser el administrador-líder de toda la creación de Dios.
Que la experiencia que hemos de pasar en el curso de Fundamentos de Liderazgo, nos ayude a ser aquellos administradores-líderes de acuerdo a los principios dados por el Señor en la Biblia y recordar siempre:
La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo mas íntimo de sus vidas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos (La Educación 57).
Lic. Jesús Hanco Torres
Facultad de Teología
Universidad Peruana Unión